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A pesar de que los líderes religiosos han reconocido durante mucho tiempo que el bienestar espiritual del hombre no puede separarse totalmente de los asuntos temporales, son pocas las iglesias que se han dedicado tan profundamente a la causa de la reforma social como la Iglesia de Scientology. Gracias a su diligencia y a su persistencia, muchos reconocen que la iglesia es una de las principales defensoras de los derechos humanos, ya que interviene en los terrenos donde se haya detectado la injusticia.
Puede parecer poco usual que una iglesia intervenga de manera tan activa, como lo ha hecho la Iglesia de Scientology, en la denuncia de los abusos psiquiátricos en todo el mundo, la violación de la ley y de los derechos humanos por parte de los gobiernos, la corrupción internacional a la hora de aplicar la ley, y toda la retahíla de males que afligen a la sociedad; pero el hecho es que a los cienciólogos les interesa tanto el aquí y ahora como el más allá. El Credo de la Iglesia apela directamente a los derechos inalienables de todo hombre, sin importar cuál sea su raza, o color o credo, y las acciones de los cienciólogos en todas partes han dado a estas palabras verdadero fundamento.

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